En esta noche, en este mundo

Hay algo que me sucedió con Pizarnik: había oído que sus poemas eran «increíblemente profundos» y «trágicos» y coincido. Son tan trágicos, que no me permitía leerla cuando sabía que estaba teniendo un buen día, porque sus poemas y estilo narrativo tienen la capacidad de sumir al lector en una crisis existencial y aumentarle su dosis de depresión. O quizás no. Quizás solo le brinden las respuestas que su tristeza muy en el fondo conoce y le lleve a cuestionar muchas ideas que creía ciertas. Eso me encanta y a la vez me aterra. Tal vez a Pizarnik la debí leer en un época en la que me encontraba más triste, para terminar de identificarme y permitirle a ella revelárseme cual espejo, exponiendo todas las respuestas que llevo conmigo y que, por terquedad o por gusto, no termino de identificar.