
Reviews

4.5/5, pero le pongo las cinco estrellas aquí en Goodreads porque me inclino más hacia esa opción que hacia las cuatro. Digamos que este libro se parece a una taza de chocolate caliente en un día de lluvia. Es cálido, reconfortante y deja ese regusto agradable al final. Pero no a todo el mundo le gusta el chocolate y entiendo perfectamente que haya gente que no disfrutase de este libro. Yo misma lei algunos comentarios donde se le tachaba de ser demasiado "cheesy", asumiendo como traducción sobre la marcha que es demasiado "buen rollero". Lo es. Y sin embargo yo creo que ese es su verdadero punto fuerte. El largo viaje a un pequeño planeta iracundo no es una historia épica llena de momentos de tensión en una nave espacial. Es una historia sobre sapientes (seres racionales, pero no exclusivamente humanos) que, por cosas de la vida, resulta que se pasan largas temporadas juntos y aislados de todo lo demás. Es una historia que habla sobre temas complicados: el amor, el sexo, la familia, las relaciones entre especies (clara metáfora de las relaciones interraciales y los prejuicios que aún existen), la religión, las creencias, el miedo, la muerte... habla sobre muchas cosas con la boca y el entorno de un grupo de viajeros espaciales de variadas formas y culturas. El trabajo imaginativo de Becky Chambers me parece descomunal. Pero lo más importante es que habla de todo ello con naturalidad. No introduce las cosas como una peculiaridad (en momentos puntuales lo son para Rosemary, la protagonista humana recién llegada), sino como lo que son: hechos. Detalles que se intercalan aquí y allá, en conversaciones sobre recuerdos o en encuentros. Y son cosas complejas. Cosas que nos pasan a todos y nos preocupan a todos. Como dirían los ingleses, puede que esta no sea tu taza de té, tu taza de chocolate, por seguir con mi metáfora. Pero que hable de cosas más "mundanas" y más "sencillas" que otras novelas espaciales, no la hace menos buena y no considero que suprima el elemento de ciencia ficción en absoluto. Puede que no te guste que todos los personajes acaben siendo tolerantes, intenten convivir y sobrevivir de distintos modos. Es probable que a mucha gente no le guste la positividad y la amabilidad. La empatía. Porque cuando decidió coger un libro de ciencia ficción lo que quería eran naves espaciales explotando y pistolas, o una novela épica sobre la guerra y sus consecuencias. O cualquier otra cosa. Las expectativas pueden ser muy peligrosas. Lo entiendo y lo respeto. Pese a ello, para mi este libro ha llegado en el momento adecuado, como un abrazo que no sabía que necesitaba hasta que me lo dieron. Y por eso, en mi subjetividad, le doy un 4.5 (entre otras cosas, porque el arranque puede hacerse un poco lento). Si no te gustan los capítulos enteros dedicados a hablar de sentimientos o de culturas espaciales, este no es tu libro en absoluto. No te lo recomiendo. Pero si son temas que quieres que se traten, cuestiones interesantes para ti o simplemente quieres un libro pausado y amable, lleno de tolerancia y una perspectiva menos dura de las cosas, El largo viaje a un planeta iracundo está aquí para abrazarte y darte una taza de chocolate caliente en ese día de lluvia que puede ser la vida.