Kristan Higgins

A lovelorn diner owner, with the help of nosy gossips and some divine intervention, meets her match in a strong but silent lobsterman who sweeps her off her feet. Original.

Catch of the Day

Sonia Flores

Es un libro entretenido y gracioso. Se lee rápidamente y es fácil de conectar con ciertas partes de la historia, además de que tiene unos personajes secundarios muy simpáticos y un perrito precioso llamado Colonel que fue básicamente mi parte favorita de la historia. Con esa criatura logré sentir alegría y tristeza de maneras que hace tiempo no sentía y llegué a derramar unas cuantas lágrimas incluso (shame). Si él aparecía todo estaba bien.
De verdad fue muy cómica la historia, pero en ocasiones me irritó la cualidad de comedia tonta que se describe cada tanto. La falta de comunicación a niveles extremos para generar malentendidos, la imprudencia como característica principal de ciertos personajes para causar escándalos, bueno, no tiene gracia, hubo ocasiones en las que no pude evitar aburrirme de esto, aunque supongo que las escenas realmente divertidas lo compensaron. No soy fan de las historias de pueblo; que todos sepan de todo como si tuvieran algún derecho sobre la vida privada de los demás me desquicia y no encuentro necesario tener que contarlo todo como si estuvieran en la obligación de ello.
La trama en sí tiene un buen ritmo, y de verdad me gustó leer el libro hasta el final, lo cual hice de un tirón. Maggie no me encantó, pero repito, ha sido divertido en ocasiones, y la obstinación de Malone me causaba curiosidad al principio, pero luego me pregunté qué diablos le pasaba y estas preguntas nunca fueron respondidas. Nunca entendí por qué tenía que ser tan grosero con Maggie y por qué nunca le explicó por qué no aceptaba su ayuda/comida/lo-que-sea y que la tratara tan mal para más adelante fingir que no pasaba nada porque la llevaba a la cama y todo está bien, asunto olvidado. O sea, que ni siquiera se disculpó, y no me gusta una relación en la que en lugar de solucionar los problemas se cubren con buenas acciones. En fin.

Maggie tiene una gemela idéntica, Christy, que tiene una vida perfecta y que es la gemela buena, como dicen en la familia, porque su madre siempre le recrimina a Maggie el no ser como su hermana. Esta chica es un encanto y tiene una familia preciosa. Disfrutaba mucho cuando estaban cerca de la protagonista y me gustó su personalidad totalmente opuesta a la chica en la que se centra la historia, era quien equilibraba las cosas. Will, bueno, no tengo mucho que decir de él, es el típico marido perfecto que hace todo bien y que parece sin defectos, todo el mundo lo ama pero al final no es relevante.
Los padres de Maggie: ¡otros opuestos insufribles! La madre juzga demasiado incluso a su propia hija (sobre todo a su propia hija) y hace comentarios realmente irritantes y desagradables sobre cómo su hija no llegará a ser nada en la vida si no consigue pareja pronto y se conforma con el café del cual es dueña, así que mi momento favorito sobre ella fue cuando Maggie la echó de la cafetería. Bravo.
Su padre, en cambio, no sirve para nada. No habla, no opina, no disiente, ¡no tiene criterio! Sufre en silencio y no es sino hasta el final que toma cartas en el asunto, pero de nuevo prefiere rehuir el asunto que enfrentarlo con valentía y sinceridad. Es un apático incapaz de pronunciarse.
Jonah, el hermano guapo. Es muy divertido y padece la misma imprudencia que se le atribuye al típico hermano menor literario. Siempre riéndose de algo, o haciendo comentarios burlones, pero thumbs up, la relación con su familia es muy bonita. Es un chico normal que quiere a sus parientes y se preocupa de ellos. La parte en que va con Maggie cuando ocurre lo de Colonel me achicó el corazón. Y el final con Chantal tiene gracia, no puedo decir que me haya encantado pero bien.
El padre Tim. ¿De verdad era padre? Este tipo parecía coquetear con todo el mundo, y por momentos pensé que de verdad dejaría el sacerdocio, pero al final es un buen tipo y uno se encariña con él.

Malone, el misterioso Malone. Cuando empieza lo de Maggie me vuela la cabeza. O sea, nadie lo habría visto venir sin una sinopsis. Fue tan repentino como inestable e incierto. La cosa es que no terminó de convencerme y al no dar nunca explicaciones no pude fiarme del todo, pero tenía ciertos momentos de encanto. Creo que con este personaje hay muchas lagunas y me causa recelo. Que sea obstinado no es problema, desconfiado, ¡adelante! Pero creo que a veces se le iba la mano con su poca educación, y sin duda podía intentar hacer las cosas mejor. A veces parecía no tener ningún interés y tanto le valía si estaba con Maggie o no. Me gustó muchísimo más al principio que al final.

Es todo alegría a pesar de las adversidades, el sentido del humor de Maggie me gustó en la mayoría de las oportunidades, me reía de verdad, y realmente creo que la capacidad de reírse de uno mismo es algo que contagia, eso es lo que ella hacía cada que podía, lo que hacía ganarse el cariño de muchos. Me gustó cómo no le importaba en demasía lo que pensaran o dijeran de ella, y cómo tuvo la decencia de enmendar las cosas que había dicho, aclarando cualquier confusión.

A lovelorn diner owner, with the help of nosy gossips and some divine intervention, meets her match in a strong but silent lobsterman who sweeps her off her feet. Reissue. 133,000 first printing.

Catch of the Day

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