Isabel Allende

LA Casa De Los Espiritus

Isabella Castañeda R.

4,5/5

Los libros de Allende se me han enredado en la garganta, en las costumbres, en las manos y en la mente; más que estorbarme, me hacen un favor. Leerla es descubrir que, previamente a devorarse sus libros, se vivía con una sed —casi insaciable— por literatura. No puedo hablar por todos, por supuesto, pero en mi caso, así fue el descubrirla. Ella despertó en mí las ganas de retomar el amor por la lectura, el cual ya se encontraba un poco empolvado, debido a los quehaceres y los trabajos académicos. Mi enfoque era otro, pero ella, quien llegó a mí prestada por el alma caritativa de una amiga, logró romper con las excusas. Con cada página me ayudaba a ponerle fin a la espera y así como disipaba la sed, creaba una nueva, que llevaría, posteriormente, su nombre.

Este es el segundo libro suyo que he tenido en mi manos, en el cual he detectado algo que me fascina: con sus palabras desvela las heridas latinoamericanas. Entre ellas —y una de mis favoritas—, las secuelas que ha dejado el vivir en ambientes machistas. A estas personas, ella les presta su voz y, quizás, en esto radica el que me resulte tan adictiva. Por si fuera poco, ayer, leyendo acerca de su vida y sus obras, me enteré de que los personajes Esteban Trueba y Clara del Valle fueron inspirados en sus abuelos y, por otro dato que no revelaré —porque daría un spoiler ni el verraco—, deduje que ella se veía reflejada en Alba, al menos parcialmente. Conocer esto me enterneció y me permitió entender muchos más detalles de la historia, así como el significado que tiene para ella.

Vivo agradecida con aquella amiga que me prestó ‘Mi país inventado’ —por abrirme los ojos a este fragmento de la literatura que lleva su nombre— y ahora con mis padres, quienes me regalaron ‘La casa de los espíritus’ —por reforzar el cariño que le tengo—. Cada que leo a Isabel, descubro algo nuevo y fascinante en sus historias. Me siento entendida, con voz, con fuerza. Siento que valió la pena el desierto literario que pasé para llegar hasta sus libros.

Arturo Hernández

Este es el primer libro de Isabel Allende que leo y debo decir que quedé gratamente sorprendido.

Inicialmente me perdí un poco entre los distintos personajes y tiempos que introduce Isabel en los primeros capítulos, pero cuando los puntos empezaron a conectarse me encontré atrapado por la historia de Alma. Hay momentos que no me esperaba, pero encajan perfecto con la historia. Aprecio la conexión histórica y la escritura circular.

Previamente había leído sobre las comparaciones que se hacen entre ella y García Márquez, y si bien no las veo tan claras en este libro, me es suficiente para querer leer más de sus obras.

LA Casa De Los Espiritus

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