El estilo de los elementos

El estilo de los elementos

«Novela de época, novela de amor, novela de iniciación, novela psicoanalítica, novela política, novela sobre hijos y sobre padres, novela acerca de cómo se construye un lector y no se construye un escritor, novela tristísima que da felicidad, novela feliz que da tristeza. Diría gracias , pero es una palabra chica. Igual la digo: gracias por haberla escrito. La voy a llevar en el cuerpo mucho tiempo». Leila Guerriero Un fantasma viral recorre el mundo y lo contagia sin remedio con el olvido a la vez que lo inmuniza contra toda creencia en el ayer. Y el muy paciente Land -haciendo y deshaciendo memoria- se mueve a lo largo y ancho de su propia historia y de la de quienes rodean y acorralan y jaquean su infancia y adolescencia y madurez a los largo y ancho de tres Grandes Ciudades. Bienvenidos -de todo corazón- al REC y al REW y al PLAY sin STOP de libros a robar o abandonar o destruir, de fiestas hipnóticas y de funerales en trance, de padres insomnes que sólo quieren ser mejores amigos y de «hijos de... » que sólo sueñan con poder dormir un poco, de Big Vaina y de Nome, de amores que no matan ni mueren sino que se inmortalizan, de escritores fantasmas y de lectores poco confiables, y de verdades y mentiras y secretos escritas o corregidas en azul y rojo. La crítica ha dicho: «Una región fresaniana, una vez más, que no existía antes de este libro que -como pasa con los buenos libros- se inventa problemas que no existen y los resuelve en regiones que no existían antes de ser escrito». Alan Pauls «Debe de ser muy triste no amar a los libros de Rodrigo Fresán». Cristophe Claro, Le Monde «Prosa que arde como si Nabokov siguiera, imperturbable, moviendo alfiles en los atardeceres de Montreux; es decir, como si se pudiera seguir escribiendo como en los buenos tiempos». Enrique Vila-Matas, El País «Si Borges y Pynchon se caen de un bote, será Fresán quien emergerá de esas aguas». Gilles Heuré, Télérama «Aquellos que presuman de posliterarios porque leen con fruición a David Foster Wallace es que no conocen al hombre que, en las montañas de Collserola, rodeado de jabalíes, escribe libros que, un día, tal vez encapsularemos para que otras civilizacio- nes comprendan lo que llegó a suceder en la literatura del siglo XXI». Xavi Ayén, La Vanguardia «Ecos de las mejores novelas de Thomas Pynchon y de William Gaddis». Thierry Clermont, Le Figaro «Rodrigo Fresán es un escritor maravilloso». John Banville
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