El collar de la reina
El collar de la reina transcurre en 1784 diez años después de Memorias de un médico. El anciano barón de Taverney ahora trata de que su hijo, Felipe, militar recién llegado de América en donde estuvo a las órdenes de Washington por los últimos diez años, estreche la relación que tiene con la reina, María Antonieta, al ser bien considerado por esta. Imposición que le llena de vergüenza por la forma tan descarada y repugnante que, con el paso de los años, ve Felipe incrementarse en su padre. Aunque, interiormente, Felipe empieza a sentirse sinceramente atraído por la reina. Mientras tanto, su hermana Andrea se encuentra de nuevo como dama de compañía de María Antonieta; después de la terminante resolución que tomara en el libro anterior. Al lado de la reina conoce al señor de Charny, correcto héroe militar muy querido por la realeza y el pueblo, por quien empieza a sentir algo que ella había jurado jamás sentir por persona alguna: amor. Lamentablemente Andrea se da cuenta que la reina siente lo mismo por él y que, muy a su pesar, es correspondida; ocultando sus sentimientos y sintiéndose marcada por un destino cruel que no la abandona. Pero, aunque esta relación llenaba de dicha a María Antonieta y Charny, tendría un final muy conveniente para Andrea; algo que ella ni esperaba. Aunque luego se daría cuenta que la dicha siempre le sería esquiva. Todo transcurre mientras se busca un hermoso collar de diamantes, valorizado en un millón seiscientas mil libras, que la reina rechaza comprar por considerar que es demasiada ostentación usarlo cuando su pueblo no tiene muchas veces para comer. La situación en Francia para finales del Siglo XVIII era insostenible económicamente, el pueblo moría de hambre y frío, mientras que el clero, la nobleza y en especial la reina María Antonieta de Austria, se daban la gran vida. El Cardenal de Rohan en un intento por comprar el favor de la Reina se ve estafado, y el pueblo francés pierde la confianza en sus políticos, que gastan millones en joyas, mientras ellos mueren de hambre. El asunto de El collar de la reina, que por sí solo ya tenía tintes novelescos, es tomado por Alejandro Dumas, que le da su particular toque, lleno de aventuras, intrigas y por supuesto, una que otra historia de amor como trasfondo.