Un crimen japonés
Tan oriental como argentina, la última novela de Daniel Guebel es un relato policial, una especulación sobre los reinos de ultratumba, una fantástica y melancólica historia de amor. «La venganza no se produce de la manera esperada por nadie. La preocupación, finalmente, es encontrar el pase mágico que permita la comprensión de la existencia.» Mariana Enriquez «Un hijo no debe vivir bajo el mismo cielo que el asesino de su padre.» Con esta frase de Confucio se inicia esta exquisita novela situada en el Japón medieval. Yutaka Tanaka, señor feudal de la provincia de Sagami, debe vengar la muerte de su padre, asesinado por una banda de samuráis enmascarados. La investigación del crimen lo arroja a los campos de batalla, a las intrigas cortesanas y sus traiciones. Como un príncipe Hamlet perdido entre los pliegues de un país que no llega a comprender, Yutaka enfrentará la fascinación de los autómatas, las maniobras sentimentales de dama Ashikaga y los secretos del sokushinbutsu.