La experiencia opaca Literatura y desencanto
Las dictaduras militares de la Argentina y el Brasil, cada una con sus particularidades, impulsaron un proceso de modernización autoritaria que acarreó la pérdida de derechos inalienables sin siquiera alcanzar la utopía que dicha modernidad había imaginado. En la literatura de aquellos años es posible leer la desconfianza y el desaliento ante el paradigma moderno, que no condujeron al silencio ni a la inacción, sino a búsquedas artísticas alternativas, nuevas formas de resistencia. En La experiencia opaca, Florencia Garramuño analiza las prácticas de escritura en las culturas brasileña y argentina, que durante las décadas de 1970 y 1980 experimentaron una transformación radical, pues acentuaron la relación con el exterior mediante un nuevo concepto de experiencia. Al establecer un renovado vínculo entre la obra y su afuera, concibieron el texto como archivo de un exterior que únicamente se manifiesta en restos o residuos de lo real. El florecimiento de la subjetividad, el surgimiento de la poesía marginal, la abundancia de formas híbridas y de textos anfibios en el límite entre la realidad y la ficción cuestionaron la categoría de la obra de arte autónoma y distanciada de lo real. La escritura, tanto en la narrativa como en la poesía, se tornó puro devenir y se alejó de la idea de obra acabada, lineal y regida por una estructura formal. El arte, privado de su aura de redención y transformación, entró en conflicto con la política. Obras de Silviano Santiago, Ana Cristina Cesar, Clarice Lispector, Juan José Saer, Néstor Perlongher y Luis Gusmán, entre otros, son analizadas en este novedoso y estimulante ensayo desde la perspectiva del desencanto de lo moderno.