El país de las maravillas Una amistad más allá de las ideologías, una historia que da voz a toda una generación
Attila es un Charlie Brown que sueña muchas veces despierto, con un padre ausente, una madre muy beata, una hermana que se ha ido a vivir a Milán y un abuelo anarquista un poco raro pero con ciertos destellos de sabiduría. En cambio, Francesco Zazzi, conocido como Franz, es gamberro, violento, abiertamente fascista, incontrolable en los arrebatos que salpican su rutina diaria, siempre fuera de tono, pero profundamente libre. Un personaje vital, irresistible, de los que dejan huella. A estos dos chicos lo único que los une es una amistad profunda e indisoluble, de las que solo pueden nacer a esa edad. Como telón de fondo, un mundo suspendido entre lo ridículo y lo trágico, poblado de personajes como Mollo, siempre a la zaga de la pareja de amigos. la profesora Cavalla, de la generación de mayo del 68, o sus ñoñas compañeras de clase. El país de las maravillas describe, a través de los ojos de dos chicos, la Italia de 1977: un país y una época marcados por la violencia, aparentemente muy lejanos de nosotros, pero más cercanos de lo que puede parecer. Y lo hace al calor de una sonrisa cautivadora y contagiosa, en forma de caleidoscopio plagado de absurdos y risas. Políticamente incorrecta, pero llena de humanidad, la novela de Giuseppe Culicchia capta la mirada y el alma de la generación que ahora tiene cuarenta años.