Work in Progress

3.5/5 Habrían sido 4, pero los últimos capítulos fueron demasiado cursis, incluso para mí. En el tercer libro, Work in progress(3.5/5★), nos centramos en Amelia, quien por azares del destino acaba contrayendo matrimonio con un escritor al que no suele reseñar de forma positiva en su blog. Este autor, Thomas, está obsesionado con hacer que a ella le gusten sus libros, y cuando se conocen en una firma de libros a la que ella asiste, intenta persuadirla para que sea buena con él en su próximo artículo, ya que ella ahora está trabajando para una revista literaria. El caso aquí es que Thomas no sólo es un escritor sumamente famoso y exitoso, sino que es una persona súper problemática y rodeada de escándalos en su vida pública, así que su nueva agencia le sugiere hacer algo que limpie su imagen y este decide proponerle a Amelia un trato en el que ambos ganan. Ella se casa con él y presenta la imagen de hombre de familia, y ella está cerca lo suficiente para escribir sobre su vida, a eso le sumamos que ella será su lectora beta para la nueva novela y que le dará crítica constructiva para que sea la mejor que ha escrito hasta ahora. A este punto suena como la mejor trama de todos los tiempos, si me lo preguntan. Pero no. En realidad, al principio me estaba gustando mucho, pensé que este era el bueno, pero al final se me hizo taaaan cursi. Y para que yo, que amo leer cosas cursis, diga eso la cosa tiene que estar intensa. Literal todo el asunto de Thomas siendo todo grandote y protector y Amelia siendo pequeñita y frágil no me gustaba del todo, pero cada vez que se confesaban su amor y estaban juntos las escenas me daban grima. Era demasiado. Y me gustó que no fuese una relación abusiva, y a decir verdad era bastante sana en comparación al resto, pero siento que la autora trataba demasiado y era muy obvio. Quería que quedara claro que estaban enamorados y nos lo repetía a cada página, y solo se volvía excesivo y molesto.