LA MUERTE DE SÓCARTES. Héroe,villano,charlatán, santo
Ha habido vidas y muertes heroicas antes y después, pero ninguna como la de Sócrates. No murió esgrimiendo una espada o una lanza, ni luchando en defensa de su hogar o de su patria, sino condenado como un criminal y obligado a tragarse una indolora dosis de cicuta. Y sin embargo, la muerte de Sócrates, que tuvo lugar el año 399 antes de nuestra era, ha seguido presente en nuestra cultura desde entonces, contribuyendo a dar forma a nuestra manera de pensar acerca del heroismo y la fama, la religión y la vida familiar, el control del Estado y la libertad individual, la distancia entre la vida intelectual y la actividad cotidiana, muchos de los elementos clave de la cultura occidental. En este libro, Emily Wilson analiza la enorme y duradera influencia que el juicio y la muerte de Sócrates han ejercido sobre el imaginario occidental. A partir de los relatos de autores contemporáneos como Aristófanes, Jenofonte y, por encima de todos, Platón, el libro presenta una exhaustiva visión de la muerte de Sócrates como acontecimiento histórico y como ideal cultural polémico. Wilson demuestra que la muerte de Sócrates -más que su carácter, sus acciones y sus creencias filosóficas- ha desempeñado un papel esencial en su historia. La autora analiza las obras literarias, filosóficas y artísticas -de Cicerón, Erasmo, Milton, Voltaire, Hegel, Nietzsche, Brecht, Dürrematt y Derrida, entre otros- que utilizaron la muerte de Sócrates para hablar del poder, la política, la religión, la vida de la mente y la buena vida. Tan ameno de lectura como cargado de erudición, este libro combina una vívida capacidad de descripción y un profundo conocimiento histórico para explorar cómo la muerte de Sócrates -especialmente su aparente control- ha sido tan importante, durante tanto tiempo, para tantas personas en la cultura occidental. Wilson aporta explicaciones plausibles de por qué los atenienses decidieron condenar a muerte a Sócrates. Sus opiniones políticas antidemocráticas, sus asociaciones con quienes habían actuado de forma impía, su irritante arrogancia y posiblemente: el haber humillado públicamente a sus acusadores, fueron los motivos subyacentes a los cargos de corrupción de la juventud y de menosprecio a los dioses de la ciudad. Pero la verdadera fuerza de este libro es la habilidad para caracterizar a los numerosos Sócrates que han existido a lo largo de la historia.