Ibán Roca

el enigma de Norah

Luminantes

Sonia Flores

2,5 estrellas. No estuvo mal, eh, solo no es mi tipo de libro.
Iremos así:

El libro se lee rápido, fácil y se entiende. Está bien trazada la estructura y nos ofrece una sociedad construida a base de, como en casi toda distopía, engaños y control.

La narrativa está muy bien. De hecho, no se enredó en detalles inútiles, sino que está contado en primera persona a través de lo que la protagonista sabe y conoce. Describe aquello que le es ajeno y se va notando cuando lo que vive empieza a serle más familiar. Es bastante simple, eso sí, como plana, no te conecta con los personajes sino que simplemente relata los hechos sin más. Le atribuyo esto al hecho de que Lara en principio está un poco perdida en su fantasía de sociedad perfecta e incuestionable. Pero lo bueno es que no se va por las ramas y no se pierde en perspectivas demasiado subjetivas. Es verdad que de vez en cuando nos habla de cómo se siente la chica en relación a lo que sucede, pero esto no es de tropiezo para que todo lo demás fluya, pues no se estanca.

La trama no me resultó ni de lejos muy original. Al principio dio la sensación de que había leído algo parecido antes, y en realidad no me equivoco porque se parece mucho a otras sagas y trilogías que no mencionaré. Si bien no eran idénticas, tenían aspectos que parecían recogidos de varios autores y unidos para hacer algo "diferente".
No obstante, no me hastió leer la explicación sobre la conformación del mundo en el que vivía. Un mundo completamente controlado y en el que no hay cabida para criterios propios, pues lo que vas a decir, hacer, pensar o sentir viene directamente de Origen. Por otro lado, sí se me hizo original el asunto de los niveles de alarma que resultaban de un comportamiento no deseado con sus debidas consecuencias y/o castigos impuestos proporcionales a la conducta adoptada, además del poder de controlar los recuerdos y el futuro en base a la decisión de un familiar. Cómo todo lo que sucedió con la madre de la protagonista marcó de cierta forma su destino fue un poco chocante en el buen sentido con respecto al autor, pues tengo por seguro que deseaba crear una situación que contrariase al lector.
Ahora bien, la segunda mitad del libro me pareció algo casi independiente de la primera. Comenzamos con una línea argumental que te hacía augurar el destino de los personajes y al final resulta que los detalles aportados de ciertos detalles al final eran una especie de ¿distracción? No tiene nada que ver con lo que se expone al principio. Resulta que no acaba ni de cerca como cabe esperar. Empezamos con Lara interactuando con sus contactos, su criba y su relación súper extraña con Adrián que al final decae hasta perderse y volver a aparecer como una última llamita que se apaga definitivamente; yo acabé aturdida, de verdad. Aquí la trama se fue por otro camino insospechado, directamente al garete.
Es un poco brusca la transición. De golpe te enteras de algo, pero no te terminan de explicar de dónde sale todo y hay cambios de escenarios tan abruptos que uno ni se da por enterado hasta que es un poco tarde y hay que recapitular.
El final fue impredecible, claro. Pero no es el tipo de plot twist que te hace decir "¡vaya, no lo vi venir!", sino que te hace preguntarte qué diablos ha sido eso y de dónde salió ese final tan pegado a lo bruto. Puede que tenga relación con la ignorancia de Lara en varios puntos y que nadie se esforzó por aclarar, así que la cosa siguió como una confusión que acabó en un gran qué demonios, al menos de mi parte. Había una cosa que me resultó un poco extraña, pero pensé que solo eran cosas mías, y luego resulta que es el foco de la segunda parte de la historia. Al menos la confusión tiene fundamento, pero vamos, que ese paso de una cosa a otra parece una falta de planificación con tapadera.

Los personajes SON DEMASIADO PLANOS. La participación de la mayoría parece demasiado forzada y metidos porque sí, para rellenar. No transmite nada la narración, y eso puedo aceptarlo siendo en primera persona, pero por los diálogos y el comportamiento de algunos tendría que haberse reflejado alguna evolución, y de eso no hubo nada. Una relación algo violenta pasó de un momento a otro ser de una amistad demasiado íntima, y una indiferencia pasó a ser algo como una hermandad sin ton ni son. Desde el principio me asombró que uno de los personajes fuera tan agresivo sin motivos, pero durante su acercamiento no deduje nada del origen de su conducta, así que al final quedé igual con su cambio repentino. No entendí nada.


Yo sé que hacer algo diferente siempre es el objetivo de algunos autores. Pero esta relación absurda clavada aquí no hace gracia, de veras. Porque los personajes no saben nada de la vida y tampoco se esmeran en salir de las tinieblas. Creo que cualquier otra alternativa era igual de patética, porque la debilidad mental de algunos unida a la ignorancia de otros puede resultar en desastre y nada de esto me condujo a buenos sentimientos/pensamientos.
Lo bueno de este libro fue la trama, pero yo siempre me decanto por una caracterización decente. Lara salva por los pelos la calificación de la lectura, creo que pese a todo fue una buena protagonista que de súper especial no tenía nada, lo que la hace ligeramente simpática a mis ojos.

Luminantes el enigma de Norah

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