El Estado y la revolución
Lenin escribió El Estado y la revolución entre agosto y septiembre de 1917, cuando se encontraba en la clandestinidad en Finlandia, con el seudónimo de F. F. Ivanovski, al que recurrió para evitar que el Gobierno provisional impidiera su publicación. El objetivo del ideólogo de la Revolución Rusa era analizar teóricamente el problema del Estado, un tema que ya había tratado en el artículo “La Internacional Juvenil”, en el que criticaba la posición antimarxista de Bujarin. En una carta del 17 de febrero de 1917 Lenin comunica que tiene casi preparado el libro, al que había titulado provisionalmente “El marxismo y el Estado”, y que contenía una recopilación de citas de obras de Carlos Marx y Federico Engels y pasajes de libros de Kautsky, Pannekoek y Bernstein con observaciones críticas y conclusiones. Según el plan trazado por el autor, El Estado y la revolución debía tener siete capítulos, pero no pudo escribir el último de ellos, “La experiencia de las revoluciones rusas de 1905 y 1917”, del que se conserva solamente un detallado esquema. Lenin comienza explicando el modo en que el Estado surge de las luchas de clases para someterlas a los intereses de la clase dominante. Para el autor, el Estado apareció en un momento determinado de la evolución social, cuando la sociedad se dividió en clases, y es el producto de las contradicciones insalvables entre estas. Es, en definitiva, el órgano de la coerción que ejerce una clase –la económicamente dominante– sobre la otra.