El Vértigo Horizontal / Horizontal Vertigo
Con mirada atenta y pulso firme, Juan Villoro se desdobla en periodista, transeúnte, comprador de plumas, adulto nostálgico, padre responsable, brigadista de emergencia, y nos ofrece un testimonio de las múltiples experiencias que la capital mexicana depara a todos y cada uno de sus agremiados. Convencido de que quizá la Ciudad de México no sea el lugar más aconsejable para vivir, pero también de que es tan intrincada y apasionante que resulta imposible abandonarla, Villoro propone este libro escrito desde la devoción del urbanita recalcitrante y maravillado que se despliega como un rompecabezas infinito: los atajos viales, el cine de luchadores, los héroes nacionales, el comercio tepiteño, la tramitología gubernamental, el enigma de las vulcanizadoras, las incontables multitudes, la ingesta de chile, los templos ancestrales. El autor también narra ciertos pasajes autobiográficos, como el último paseo con su abuela o el recuerdo de la colonia de casas abandonadas donde creció. Ya sea desde la propia experiencia o a través de la escucha y la investigación de las realidades ajenas, Juan Villoro compone un gran fresco del caos entrañable y eterno que conforma la capital mexicana. El espacio en el que ya nada cabe, pero nada nunca sobra: Chilangópolis. ENGLISH DESCRIPTION With a sharp-eyed and attentive look, and with a firm pen, Villoro unfolds into a journalist, a passerby, a street buyer, a nostalgic adult, a responsible father, an EMT, and offers a testimony of the multiple experiences that the city has in stored for each and every one of its residents Convinced that Mexico City may not be the most logical place to live, but also that it is so intricate and exciting that it is impossible to leave, Juan Villoro offers this book written from the devotion and commitment of a stubborn and amazed urbanite and unfolds like an infinite puzzle: the shortcuts within the city, the wrestling fighters, national heroes, the Tepiteño open-air market, government red tape, the enigma of the vulcanizers, countless crowds at any given time, the over the top ingestion of chile, the ancestral temples. The author also narrates certain autobiographical events, such as the last stroll he took with his grandmother or his memories of the abandoned houses in the neighborhood where he grew up. Either from his own experience or through listening and investigating other people's realities, Juan Villoro composes a great fresco of the endearing and eternal chaos that makes up the Mexican capital. The space in which nothing else fits, but where nothing is superfluous: Chilangopolis.
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Andres Leon@andresleon